Nuestro estilo de vida ejerce una gran influencia sobre nuestro estado de salud. Llevar una dieta rica y equilibrada, con todas las vitaminas y nutrientes que nuestro organismo necesita, es fundamental para gozar de un buen estado de salud, a nivel general, y no menos importante, a nivel visual/ocular.
Alrededor del 70% de las enfermedades que afectan al ser humano tienen como origen común una alimentación deficiente. El 50% de la mortalidad en general tiene alguna relación de forma directa o indirecta con factores nutricionales. [1]
Aproximadamente el 80% de los casos de visión deficiente a nivel mundial se consideran evitables. [2]
Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturadas con muchísimos beneficios para la salud en general, además de ser grandes aliados para el cuidado de la salud ocular. [3]
El EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico) son dos tipos de ácidos grasos poliinsaturados de la familia omega-3. Son considerados casi esenciales porque nuestro organismo los necesita para funcionar correctamente, y mayoritariamente nuestro organismo no es capaz de producirlos. [4]
En las últimas dos décadas se han llevado a cabo una gran cantidad de estudios que afirman que un alto consumo de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA, entre otros componentes, ya sea mediante una dieta rica, o bien, mediante complementación nutricional, mejoran los síntomas asociados al ojo seco. En diferentes estudios, la mejora de la dieta mediante complementación nutricional con determinados componentes, entre los que se encuentran, entre otros, los ácidos grasos omega 3 (EPA y DHA), y un específico ácido graso omega 6, el ácido gammalinolénico (GLA), se considera una buena opción para mejorar los signos y los síntomas asociados a la Enfermedad del Ojo Seco (SOS). [5] [6] [7]
Esta mejora de los síntomas del ojo seco está asociada al hecho de que estos ácidos grasos mejoran la producción del componente aceitoso de las lágrimas. Esto supone una mejora del volumen de lágrima y además una disminución de la evaporación de la lágrima, repercutiendo en la mejora de los signos y síntomas asociados al ojo seco. [5] [7]
Los ácidos grasos omega-3 DHA y EPA son buenos tanto para la salud ocular como para la salud en general. Consumir alimentos sanos produce beneficios a cualquier edad.
La principal fuente de los ácidos grasos DHA y EPA en la dieta es el pescado azul como: el bonito, las sardinas, el atún, el salmón, la trucha y la caballa. Un estudio en el cual se incluyeron alrededor de 40.000 mujeres demuestra que un alto consumo de pescado se asocia a un menor riesgo en la Enfermedad del Ojo Seco. En este estudio, el grupo de personas con un mayor consumo de pescado tenía un riesgo de sufrir sequedad ocular en un 20% menos de probabilidad que el grupo de menor consumo de pescado. [8]
Además, el DHA y EPA también se pueden encontrar en las algas marinas, alimento poco común en nuestra dieta, pero cada vez más presente y accesible.
Hay algunos alimentos en el mercado que están enriquecidos con determinados compuestos de la familia Omega 3, como algunas leches, panes, huevos, etc.
Además del consumo de estos componentes mediante la dieta, también los podemos encontrar en algunos complementos alimenticios, especialmente en el caso de los ácidos grasos poliinsaturados omega 3 EPA y DHA.
Bibliografía:
[1] https://www.barraquer.com/noticias/somos-lo-que-comemos-cuida-tu-vista-y-alimentacion
[2] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/blindness-and-visual-impairment
[3] https://www.clinicabaviera.com/blog/bye-bye-gafas/beneficios-omega-3-para-la-vista/
[4] https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000767.htm
[5] Kangari H. et al., Short-term consumption of oral omega-3 and dry eye syndrome, Ophthalmology ;120(11):2191-6, 2013
[6] Ong NH, et al., Epithelial healing and visual outcomes of patients using omega-3 oral nutritional supplements before and after photorefractive keratectomy: a pilot study, Cornea. 2013 jun;32(6):761-5, 2013
[7] Aragona P et al., Systemic Omega-6 Essential Fatty Acid Treatment and PGE1 Tear Content in Sjögren’s Syndrome Patients, Invest Ophthalmol Vis Sci. 46(12):4474-9, 2005
[8] Miljanovic B., et al. Relation between dietary n− 3 and n− 6 fatty acids and clinically diagnosed dry eye syndrome in women; Am. Jour Clin Nutr, 2005, 82.4: 887-893.