Ya está aquí la primavera, estación del año en la que llegan los días largos y soleados. Con la primavera llega el momento en la que muchas plantas y árboles desarrollan la polinización.
Esta polinización supone un aumento en el riesgo de sufrir un conjunto de síntomas asociados a la alergia al polen. De hecho, se estima que alrededor de ocho millones de españoles sufren alergia a pólenes y experimentan síntomas en esta época del año, entre ellos síntomas oculares. [1]
La alergia al polen es la enfermedad estacional más importante. Es una enfermedad causada por una reacción alérgica frente a los pólenes. Estos alérgenos cuando entran en contacto con nuestro organismo pueden manifestarse mediante síntomas oculares como la conjuntivitis alérgica, síntomas nasales (rinitis), bronquiales (asma) y cutáneos (urticaria). [2]
La palabra alergia tiene su origen etimológico en el griego. Está formada por el termino Alos (“otro, extraño, diferente”) y Ergos (“reacción”). Por lo tanto, su significado es “reacción diferente”. La alergia es una reacción exagerada del organismo, y se produce cuando el sistema inmunitario de ciertas personas reacciona a un alérgeno que normalmente es inofensivo. [3] [4]
Un alérgeno es una sustancia externa al organismo que, en contacto con éste produce esta reacción exagerada. El alérgeno, en este caso, los pólenes, son estructuras celulares producidas por las flores de plantas y árboles y que sirven para la reproducción de estas. Cuando llevan a cabo la reproducción, ciertas plantas y árboles producen grandes cantidades de polen, el cual queda liberado en la atmósfera. [2]
La alergia en los ojos, también conocida como conjuntivitis alérgica, es muy común y se produce cuando los ojos reaccionan a una sustancia extraña al organismo (alérgeno) que los irrita, como el polen, el polvo, el pelo de mascotas, perfumes, cosméticos, fármacos, ciertos alimentos, moho, humo, … entre otros. [3] [5]
Cuando los ojos están expuestos a sustancias que causan alergias, el organismo produce una sustancia llamada histamina para combatirlo. Como resultado, los ojos pueden presentar síntomas como: [3]
La conjuntivitis alérgica suele ir acompañada de una alergia nasal (rinitis) caracterizada por picazón, congestión y estornudos. [3]
A diferencia de la conjuntivitis infecciosa y la conjuntivitis vírica, la conjuntivitis alérgica no es contagiosa. [3]
El ojo es una de las partes de nuestro organismo más sensibles cuando hablamos de alergias a sustancias como el polen, moho, ácaros y pelos de animales, ya que todas ellas están presentes en el aire y pueden entrar fácilmente en contacto con los ojos.
Datos de interés: [1] [5]
Algunas recomendaciones: [1] [7]
[1] https://www.seaic.org/inicio/guia-farmacoterapeutica-de-inmunoterapia/infografia-alergia-al-polen – Infografía: claves para sobrevivir esta primavera
[2] http://www.sgaic.org/wordpress/polinosis-la-enfermedad-estacional-mas-importante-2/
[3] https://www.aao.org/salud-ocular/enfermedades/alergias
[4] http://pacientes.seicap.es/es/-qu%C3%A9-es-la-alergia-_23832
[5] https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001031.htm
[6] https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002326.htm
[7] https://www.aao.org/salud-ocular/enfermedades/alergias-tratamiento