La sequedad ocular, también conocida como síndrome del ojo seco, es provocada por una mala calidad o producción insuficiente de la lágrima natural. [1] ¿Sabías que la menopausia puede ser un detonante de ello?
Nuestras lágrimas están compuestas de una mezcla de agua, lípidos y proteínas, encargadas de lubricar, limpiar y proteger nuestros ojos de los factores externos. Pero, en caso de que la lágrima producida sea de calidad o cantidad insuficiente, puede darse una irritación en los ojos que se traduce en forma de malestar, picor, visión borrosa, escozor, ojos llorosos o sensación de cuerpo extraño o arenilla.
Cabe subrayar que la producción de lágrimas también disminuye con la edad. Y es que, a partir de los 40 años, las glándulas encargadas de producir la lágrima empiezan a ser menos activas. Por otra parte, esta problemática se acentúa para las mujeres (comparado con los hombres) con la llegada de la menopausia, [2] que aparece más habitualmente entre los 45 y 55 años. Se ha observado que los síntomas de sequedad ocular son muy frecuentes en mujeres peri y postmenopáusicas, especialmente en estas últimas. [2]
En efecto, los cambios hormonales asociados a la perimenopausia como en el periodo posterior, provoca de forma generalizada la falta de estímulo de la secreción de todas las mucosas en el cuerpo femenino, afectando también a la película lagrimal.
En concreto, los cambios hormonales fluctuantes pueden afectar a la rigidez de la córnea y a las glándulas que se encuentran en los párpados encargadas de producir el componente lipídico de la lágrima, que evita la evaporación de película lagrimal. [3]
Un estudio observó que un 64% de las mujeres que atraviesan la menopausia presentan síntomas ocasionados por una insuficiente humectación y lubricación de la superficie del ojo, siendo el síntoma más representativo de esta etapa femenina después de los sofocos. [4].Por otro lado también se observó que la frecuencia de los síntomas asociados a la sequedad ocular aumentaba con la edad, así como, a mayor edad de inicio de la menopausia, menor el riesgo de tener síntomas de ojo seco. [4]
Existen principalmente dos tipos de ojo seco. Uno se debe a una disminución en la producción de la lágrima y el otro, el más frecuente, es debido a una menor calidad de la lágrima, conocido como ojo seco evaporativo. Este segundo tipo es el que más se relaciona con las mujeres menopaúsicas. [5] La menopausia afectará en menor o mayor medida a cada mujer en esta etapa, dependiendo de qué tan grave sea su disminución de estrógenos. Además de las afectaciones directas en los ojos, anteriormente mencionadas, hay que añadir que las pacientes también suelen sufrir una inevitable ansiedad por el empeoramiento de su situación ocular. [6]
Si se da el caso de que además llevamos lentes de contacto, fumamos o pasamos largas horas ante pantallas, la sequedad de los ojos se puede dar aún con más intensidad, ya que el humo irrita la córnea [6], las lentes afectan a la película lagrimal, y, cuando pasamos el día ante un ordenador, tableta o móvil, no pestañamos lo suficiente para repartir y producir adecuadamente la lágrima y se puede dar la evaporación de la lágrima. [6]
Se pueden aplicar lágrimas artificiales [7] para ayudar a la estabilidad de la película lagrimal, percibiendo una inmediata sensación de alivio. Como complemento, hay expertos que también recomiendan la ingesta de determinados componentes nutricionales, como determinadas vitaminas, antioxidantes y micronutrientes específicos adaptados a las necesidades fisiológicas de cada persona a través de la dieta o enriquecimiento de la misma. [7]
Tampoco hay que olvidar las pequeñas rutinas cotidianas protectoras y preventivas que se pueden llevar a cabo para evitar otros factores que provocan el ojo seco. Por ejemplo, usar un humidificador o disponer un bol de agua cerca de los radiadores para humidificar el ambiente; evitar el humo del tabaco, sobre todo en espacios cerrados; pensar en pestañear regularmente y descansar los ojos de las pantallas; llevar gafas de sol en el exterior para proteger los ojos del viento o del sol, factores naturales que favorecen la sequedad ocular; mantener una buena higiene de los párpados, entre otros consejos. [8]
Por último, subrayar la importancia de realizar revisiones oftalmológicas periódicas, sobre todo a partir de los 45 años.
[1] Craig JP, Nichols KK, Akpek EK, Caffery B, Dua HS, Joo CK, Liu Z, Nelson JD, Nichols JJ, Tsubota K, Stapleton F. TFOS DEWS II Definition and Classification Report. Ocul Surf. 2017 Jul;15(3):276-283. doi: 10.1016/j.jtos.2017.05.008. Epub 2017 Jul 20. PMID: 28736335.
[2] P. Garcia-Alfaro, S. Garcia, I. Rodriguez & C. Vergés (2020) Dry eye disease symptoms and quality of life in perimenopausal and postmenopausal women, Climacteric, DOI: 10.1080/13697137.2020.1849087
[3] American Academy of Ophthalmology. Recuperado de: https://www.aao.org/salud-ocular/consejos/las-hormonas-los-ojos-y-la-vision
[4] Garcia-Alfaro P, Bergamaschi L, Marcos C, Garcia S, Rodríguez I. Prevalence of ocular surface disease symptoms in peri- and postmenopausal women. Menopause. 2020 Sep;27(9):993-998. doi: 10.1097/GME.0000000000001565. PMID: 32852450.
[5] Recuperado de https://www.imsociety.org/2016/11/28/hrt-dry-eyes-and-other-ocular-manifestations/. Mayo 2021
[6] Ramírez P y Rodríguez MF. Alteraciones en la superficie ocular y en la película lagrimal en fumadores activos. Cienc Tecnol Salud Vis Ocul. 2012;(2): 23-33. doi: https://doi.org/10.19052/sv.1433
[7] Kojima T, Dogru M, Kawashima M, Nakamura S, Tsubota K. Advances in the diagnosis and treatment of dry eye. Prog Retin Eye Res. 2020 Jan 29:100842. doi: 10.1016/j.preteyeres.2020.100842. Epub ahead of print. PMID: 32004729.
[8] https://www.oftalmoseo.com/patologias-frecuentes-2/ojo-seco/